martes, 6 de enero de 2009

Más allá de la significación subjetiva de la numeralia popular y las festividades tradicionales católicas.

O lo que es lo mismo: "¿Qué tan importante es el día de Reyes en mi vida?"

Las fechas son importantes en nuestra vida de acuerdo a la importancia y a la significación particular que les asignemos. Específicamente, estas fechas 5, 6 y 7 de Enero se han anclado a algunos eventos importantes en la historia reciente de mi vida.

En 2004, el 5 de Enero me representó la caída de un hito en mi vida. Este hecho me trajo el inicio de una horripilante libertad espiritual, física y moral, que de a poco se fue adecuando a mi vida. Me tardaría casi un año más en entender que esta libertad recién ganada no era tan horrible ni tan espeluznante como se viera en un principio. Lamentablemente lo tuve que aprender de la manera más pendeja, pero en fin, poco escarmienta uno en cabeza ajena.

En 2006, representó el cierre de otra etapa en mi vida y el inicio de lo que podría llamar mi actual status quo. Precisamente en este período de tiempo (del 5 al 7 de enero) fue cuando Tania y yo decidimos juntar nuestras canicas para poder jugar juntos chirapelas en este torneo sempiterno que es la vida. Aunque oficialmente cumplimos años de novios el 7 de Enero, contamos los dos días anteriores como parte de los trámites pertinentes. De alguna manera, la historia que cuenta Tania es que el día 5 por la noche me pidió en una carta dirigida a los Reyes Magos. Así que el 6 de Enero de 2006 me tocó iniciar mi etapa como Regalo de Reyes... y hasta la fecha lo sigo siendo.

Un año más tarde esta significativa fecha marcó el inicio de nuestras vidas (ya como un matrimonio conformado) en nuestra propia casa. Sip... el 6 de Enero de 2007 fue el primer día que Tania y yo pasamos en nuestro departamento ya en calidad de habitantes.

Este Día de Reyes (2009), nos ha tocado compartirlo con un miembro nuevo de nuestra familia: nuestro hijo Mateo. El mejor regalo que he recibido hasta hoy, en estas fechas, ha sido ver las sonrisas de mi esposa y de mi bebé. La buena salud de ambos y su alegría al recibirme cuando llego del trabajo.

Desde que nos emparentamos, Tania y yo hemos tenido la costumbre de escribirle una carta a los Reyes Magos y de enviárselas por la vía tradicional: atándolas en un globo. En esas cartas renovamos nuestros votos de amor y de felicidad mutua, agradecemos por nuestra relación y de lo que de ella se ha derivado, agradecemos por todo lo que vendrá en el año que inicia, bueno o malo, por nuestros aprendizajes y experiencias. También pedimos por la cristalización de nuestros sueños y expectativas en pareja y particulares. Anoche agregamos un globo y una carta más: éstos representando a nuestro Mateo, quien, conforme vaya creciendo y aprendiendo lo hará de mutuo propio.

Quizá sea éste un ritual simple y muy trivial. Pero no de carácter vacuo ni anodino, en lo personal lo considero como la cereza del pastel de esta temporada navideña. Es el cierre perfecto con el cual hacemos nuestra contricción y reprogramamos nuestras expectativas y deseos. Es nuestro ritual familiar de renovación anual.

Y estoy agradecido por ello.

No hay comentarios:

En las fauces de una fiera llamada vida...

La vida es una vieja gorda que juega damas chinas con la muerte, bebe cocteles exóticos y deja que la muerte le meta la mano debajo del vestido. No es lisonjera ni condescendiente, se burla de nosotros y nos rige bajo las leyes de un tal Murphy.

En fin, ésta pretende ser la crónica del deambular de un ente por los rollos de grasa de la gran vieja gorda. A veces con paseos por sus fauces amén de ser masticados como carne corriosa y deglutidos como un bocado suculento... Con tal de no terminar siendo parte de sus flatulencias musicales...

Sean bienvenidos a este bufete, donde todos compartimos lugar en la mesa, sin que necesariamente estemos sentados a disfrutar de él...

---