lunes, 29 de septiembre de 2008

Lazos Familiares (2)

Alguna vez atrás hablé un poco de las relaciones familiares... actualmente, creo que sería bueno retomar un poco el tópico. Más que nada... creo que con la edad, mi rebeldía se va aplacando un poco y el conservadurismo gana terreno... no es que entre a la chochez ni mucho menos... pero creo fervientemente en la familia como pilar de la sociedad. La considero importante en el génesis de una gama de valores humanos. Y de conductas adquiridas y aprendidas en las personas.


De alguna manera, las relaciones familiares que vive uno hacia el interior de su familia de origen se reflejan marcadamente en la conducta que tengamos de adultos. Imaginen a una mujercita que fue educada en la segunda mitad del siglo pasado, siendo la única mujer en una familia llena de hombres, y cuya educación primordial se basó en la práctica del machismo, donde su principal función es la de ser la servidumbre de los hombrecitos que rotan a su alrededor. Obvio es es que esta mujercita va a crecer con el rollo de la mansedumbre de género ante el sexo opuesto. Máxime si esa misma mansedumbre es fomentada por la madre.

En México, cabe aclarar que las generadoras de machos son las mujeres, dado que fomentan y permiten ese tipo de conductas, estén conscientes de ello o no. Muchos de los estereotipos formativos en México se basan en el matriarcado que sustenta al machismo. En realidad, los machistas lo único que buscan es la mansedumbre trasladada de la figura de la madre y las hermanas a la de la pareja. Por eso tantas mujercitas, por muy emanciapadas que se digan ser, con sólo un gesto adusto y un comportamiento cortante y castrense, dejan de lado su orgullo y se someten. Lo peor de todo es que comienzan a crearse fantasías de cosas que no existen, como resultado lógico de esa misma educación de sometimiento y fuga espiritual. Se refugian en la religión (o andan de cagasantos o andan de pitonisas de nuevas verdades), en la venta de productos por catálogo, o buscan almas necesitadas con las cuales puedan repetir su patrón de conducta. ¿Cuál patrón? El del sometimiento implícito.

Hacia la parte final de la obra de Vargas Llosa, Pantaleón y las visitadoras, al personaje principal se le presenta la posibilidad de indpendizarse y hacer su labor del lado de los civiles, sin recibir órdenes de sus superiores, a lo que contesta más o menos así: "Todo lo que hago, lo hago porque se me es ordenado, porque soy militar... y no puedo concebir mi vida sin recibir órdenes". Lo mismo pasa con aquella mujercita que fue educada en una cepa machista. Quizá se rebele en sus siguientes etapas, quizá sea muy independiente, pero siempre ha de buscar el yugo masculino que le sirva de pretexto, y de freno para la realización plena de su existencia. Siempre habrá el pretexto de dejar de hacer en bien propio por hacer para los demás.

Quizá la cadena haya comenzado por la madre de la mujercita (¿quién si no, para dar el ejemplo del sentido de la servidumbre hacia los hermanos, primos y demás parientes?), después reafirmado por la conducta machista y gandalla de alguno o algunos de los hermanos... hasta llegar a la pareja que escoja... alguien que de alguna manera va a terminar sometiéndola, y en caso de que la mujercita no se deje, abandonándola... dejando como dura lección de vida que si no te sometes, eres desechada.

No importa... en una sociedad como la mexicana ese tipo de situaciones no importan, por ello Dios les dió creatividad para mantener las apariencias. Se pueden criar hijos sin la necesidad de la presencia paterna, el abandono por parte del padre es universal en la historia del hombre. Que sea el hombre libre y que haga lo que se le dé la gana que para educar y nutrir a los hijos está la madre. Esto deriva en la existencia de familias cuya cabeza es virtual, dado que no se le da el reconocimiento a la madre que siempre se la rifa, sino al padre intermitente que no le queda de otra que poner siempre la cara más amistosa y más afable, para no echar a perder sus pocas representaciones. A pesar de generar en apariencia hijos felices, este modelo de familia hereda ciertos valores torcidos hacia los miembros de la misma. Obvio es que los varones de la misma siempre recibirán un tratamiento más favorable (en México existe la pendejísima creencia de que siempre es mejor tener niño que niña, quesque porque las niñas sufren más), y lo peor de todo es que a las chicas se len enseña que pisotearlas es la forma más común de demostrarles interés y cariño.

Y así es que estamos rodeados de mujeres a las cuales se les puede ofender, pisotear, ningunear, manipular y , en una palabra, chingar, sin que éstas digan nada más que un "te quiero" por respuesta. Son mujercitas a las que hacen creer que el amor son palabras y no acciones. Son mujercitas a las que se les puede pasar por encima (sobretodo, hablo de su propia familia) y no dicen para nada, ni esta boca es mía. Son mujeres-objeto que se mueren y se nulifican al momento mismo de convertirse en esposas o en madres. Y repiten el ciclo de la enseñanza de los valores que les enseñaron en casa: la mujer no vale y el hombre lo merece todo. La neta... esta forma de pensar me parece que es una reverenda pendejada. Y lo peor de todo es que cuesta un madral de trabajo quitarla de la programación de las mujercitas.

Este ambiente, así como genera mujeres-objeto, también genera hombres-niños que jamás se salen de la falda de la madre que todo les proveé y todo les prodiga. Son machitos a los que siempre se les ha festejado su estupidez y, yo creo que sin querer, se les fomenta que sigan creciendo en estupidez y pendejismo. Son seres apáticos incapaces de hacer nada por sí mismos a no ser que alguien los esté chicoteando o que les esté enseñando la zanahoria, como a caballos lecheros, para que avancen. La cagan y se lo festejan. Y nuevamente, las madrecitas, oh santas reinas de la fantasía y la ilusión, les hacen creer que todo se lo merecen y los embeben de facultades maravillosas que, al final, todo mundo termina creyendo que son ciertas. Cosa muy distinta a reafirmar la autoestima de las personas con respecto a sus logros y alcances.

Lamentablemente lo anterior es un fenómeno que se da mucho en lo más entrañable de nuestras familias mexicanas, y no sólo en ellas, sino que es una problemática general. En México nos pega mucho, porque estamos plagados de personas así, lamentablemente este fenómeno se traspola a otros ámbitos y se traduce en nepotismo, compadrazgo y en alianzas por mera simpatía o intereses creados. Vaya, no creo que haga falta mencionar que esto desemboca finalmente en corrupción.

No es que pretenda ver moros con tranchetes, pero esta conciencia es muy difundida por personas y afecta a instituciones. Y si mis conocimientos sobre ciencias sociales no me fallan, son las instituciones las que dan sostén a la sociedad como sistema.

Honestamente es muy triste ver cómo una ranfla de pendejos pasa por encima de gente capacitada, vemos a mujeres profesionistas con carreras y posgrados de viles recepcionistas mientras sus jefes, por pertenecer a cierta condición social, religiosa o de género, las usan de apagafuegos de sus propias estupideces.

Por otro lado, tenemos a mujeres que arrastran el rencor de lo que viven en su familia y lo proyectan ante sus subalternos, sólo para llegar a sus casas y repetir el patrón de sometimiento ante sus esposos o incluso ante sus hijos.

Como padre de familia y cabeza actual de mi propia familia, este tipo de situaciones me importan porque son parte de la dinámica que vivo día con día. Así como yo, las personas que estamos forjando nuevas familias, creo que tenemos el compromiso con nosotros mismos, con nuestras parejas, con nuestros hijos y con nuestra sociedad en general de generar familias sanas sin tanta basura ideosincrática de machismos, nepotismos, ausentismos y cosas así. No podemos heredar basura, así como en algunas situaciones nos pudieron haber heredado basura a nosotros. Incluso aunque lo hayan hecho, debemos procurar dejar un mejor legado a nuestros hijos.

Sea como sea, el ser padre de familia cambia y en mucho la manera en la cual se ve el mundo.

Vaya y sea pues...

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Shaná Tová

Estas postales están dedicadas a los lectores judíos que pudiera llegar a tener. Surgen a partir de los bocetos retachados de unas portadas para una publicación en la que trabajo. Espero les agraden, las posteo con mucho respeto. Que este año que inicia les sea próspero y más humano.



martes, 23 de septiembre de 2008

OST (Original Sound Track) Parte 0001

La mayor parte de mi existencia me he anclado a fechas y eventos especiales por medio de mi melomanía. Hace un rato mientras vagaba por los blogs musicales que frecuento, me topé con un post que pone uno de los autores acerca de lo que sería el soundtrack de su vida. De hecho hace un ejercicio de memoria muy singular al no sólo enumerar y mencionar las canciones, sino que además describe el momento de su vida al que hace referencia. Lo cual, al menos para mí, es muy loable.

Tal hazaña (he de aceptar que la mayoría de los blogs que frecuento... o que recomiendo... o que de menos le hago un shortcut es porque hubo algo ahí, o en la personalidad que refleja quien ahí expone, que me ha hecho admirarle, ergo, cualquier blog o sitio que tenga aqui mencionado o recomendado no será fortuito o por mera asociación... por lo regular son mis estrellas particulares en este gran firmamento que compone la red) me ha dejado pensando en las canciones que bien pueden formar parte de mi score particular de vida. Esto de alguna manera, me ha hecho recordar algunos pasajes de Glamourama (de Bret Easton Ellis), en los cuales el protagonista nos relata siempre en primera persona y, a veces... sutilmente sin notarlo, a manera de guión técnico audiovisual, las rolas que se imagina mientras realiza las acciones que detalladamente nos describe. Me encantaría poder hacer una lista de canciones y narrar los hechos anclados a ellas, desafortunadamente, quedaría una biografía enlistada muy enredada, dado que mis recuerdos son oscilatorios, lamentablemente no creo tener mala memoria, pero sí una muy selectiva, es decir, hay cosas que mejor preferiría olvidarlas.

Sin embargo, bien podría enlistar un breve OST particular de lo que han sido los últimos 4 años de mi vida, mismos en los cuales ésta ha sufrido muchas transformaciones y vueltas de tuerca. Aclaro, pues, que so pena de tener una secuencia narrativa a lo Pulp Fiction, ahí les va el agua:
  1. Love song , Originalmente interpretada por the Cure y desembalada del enigmático álbum Desintegration, la versión a la que hago referencia es a aquella que coverea el grupo 311. Principalmente me recuerda la época en la cual me enamoré de mi esposa y de un viaje muy significativo que hicimos junto a nuestros amigos comunes a Acapulco.
  2. Forever young, la original es de Alphaville, pero por allá de 2004 tras el boom inicial que tuvo la serie the OC y su OST retacadado de revivals ochenteros, es la versión de the Youth Group la que más me ha significado en estos últimos 4 años. Esta versión en particular me fondea por la transición y redescubrimiento interno que tuve por aquellos ayeres.
  3. Oh Mandy!, de the Spinto Band, si mal no recuerdo, me ubica en aquella primavera del 2005 donde se desarrollaron la mayoría de las decisiones importantes que han marcado mi vida actualmente.
  4. Sunshine, de Vaquero. Banda por la cual pasara el Chetes que todos odian y/o aman. Para mí es una de las rolas más pone de buenas que conozco. Simplemente me lleva a ese estado perenne de felicidad lúdica compartida que me gustaría prolongar por el resto de mi existencia.
  5. En este apartado comienzo a hacer lo que se me viene en gana y menciono varias canciones: Cenit de la Castañeda, nuevamente Love Song (la misma versión de 311), A Oscuras de la Lupita y Just Like Heaven (si, la rola es original de the Cure) pero la versión de Katie Melua. ¿La razón por la cual estas rolas están juntas? Muy simple. Todas ellas fueron nuestras canciones de boda. Las cuatro fueron bailadas por su servidor y su esposa en la celebración de nuestra boda por la iglesia.
  6. City of Blinding Ligths y Beautiful Day, ambas de U2. Ambas mis ringtones particulares durante mi transición de soltero a casado. Ambas muy referentes a ese concierto de Febrero del 2006 que cimbró el Coloso de Santa Úrsula y que me hizo reafirmar mi promesa de matrimonio a mi actual esposa.
  7. Only When I'm High, al parecer de Wheatus. Una rola que me lleva a un estado límbico ideal de soltería y descocamiento. De allá por finales del 2004.
  8. Chubaca tiene un secreto y Godzila, ambas de una agrupación mexicana llamada Niña. Y cualquier rola intrepretada por los chamacos de Austin TV. Ambos grupos me representan al eterno adolescente que vive en mí y que se admira cada vez que su artista favorito saca nuevas cosas. En especial, a aquél adolescente que quiere vivir con una radio insertada en su cabeza donde sólo moran rolas y rolas que le hacen feliz y que le hacen sentir que aún puede comerse al mundo a puños, a pesar de estar cerca de la mitad de sus treintas y pasar de los 120 kgs. Aquél adolescente que aún aspira a encontrar la oportunidad que le haga demostrar su capacidad de crear y dirigir su primer largometraje con el cual revolucionará la forma en que son percibidos los medios audiovisuales, su narrativa y su reflejo de la realidad. Actualemente, ese adolescente está tomando conciencia de que ya es esposo y padre y de que hay que compaginar los sueños, las aspiraciones y las responsabilidades sin morir en el intento.
  9. Float On, de Modest Mouse. Si actualmente existiera Rock 101, ésta rola habría sido uno de sus clásicos instantáneos y, adornada por la etiqueta impuesta por la voz de Jordi Soler o Luis Gerardo, estaría flotando en la programación nocturna de dicha estación junto a clásicos de Morrisey, David Bowie, Pulp, James, Oasis y un largo etcétera.
  10. En general, cualquier rola de los Fresones Rebeldes, ideales para pasar la tarde editando cualquier mamada de video o un medio día de domingo mientras lavas el coche. Su sabor atemporal a rock de los 60´s estilo César Costa o Julissa, con sus letras cínicas e incluso hasta siniestras han marcado mi vida para siempre. Su sabor agridulce no edulcora la realidad, pero es buen aperitivo para acompañarla.

Y hasta el momento, hasta aquí. Me faltan muchos grupos, muchas rolas. Muchos recuerdos. En total casi 35 años de pura melomanía.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Pena de muerte (2)

Tras leer el supuesto mail de Flor Berenguer. Ver los titulares de esta mañana. Leer algunos blogs que frecuento, cuyo tema ha sido, de alguna u otra forma, la violencia desatada en México... No dudaría en votar a favor de la Pena de Muerte.

El mal pedo del asunto, aparte del karma que pudiera acarrear, es que las mismas autoridades que están circunscritas en nuestra realidad actual, serían las mismas autoridades a las que les daríamos el poder de aplicar la Pena Capital. Dudo mucho que eso nos ayude al grueso de la población que no somos secuestradores, ni terroristas, ni pertenecientes a cuerpo judicial alguno.

¡Puta Madre!... El "mal" parace que las tiene todas de ganar.

Abur.

Gone with a bomb...

El 15 de septiembre por la noche, se acostumbra que se dé "el grito" que conmemora a aquél que diera inicio al movimiento de independencia de nuestro país (México). En esta última edición (2008) en Morelia, en medio de esta celebración, hubo a quien se le hizo apropiado soltar dos granadas explosivas en medio de un grupo de civiles reunidos en una fiesta pública. Hasta el momento sé de 7 muertos y cerca de 100 heridos. Quizá suene mamón de mi parte, pero este hecho me recuerda mucho a los actos cometidos por los etarras en el viejo continente, o a la atmósfera que se vivía durante los noventas en la europa oriental, por no decir de las peleas religiosas en las Irlandas. Está de cagarse de miedo. En lo que va del año hemos tenido una crisis finaciera gringa que nos pone en jaque, una oleada de secuestros y de violencia que nos ha dejado tan inmunes a su presencia, que a nadie le parece ya extraordinario que aparezcan unos cuantos muertos ajusticiados a diario, o que se realicen tiroteos cerca de las escuelas de nuestros hijos, o que se deje de dar clases porque a los maestros les molesta que se les exija que se certifiquen como educadores, o que de plano se esté chantajeando al pueblo mexicano para aceptar o rechazar una reforma energética mexicana con duros golpes al bolsillo de quien a duras penas puede mantener un automóvil en movimiento. Crisis alimentarias, reality shows de relleno, marchas blancas con velitas, poderosos llorando y suplicando en los medios ante fuerzas más primitivas que les vulneran donde más les duele... y apenas estamos por cerrar el segundo trimestre de este año.

Es deleznable lo que sucede. Realmente es muy triste ver que la misma sociedad lleva consigo misma la semilla de su propia destrucción. Hambre e ignorancia es lo que padece más el pueblo. Hambre física y espiritual. La primera fomenta el avance de la segunda. Estamos cercanos a un cisma social que va a quebrantar aún más la moral mexicana.

Vivimos en un mundo donde el pez grande se come al chico. O bien, donde el pez más corrupto se traga al ingenuo y al inocente. Estamos padeciendo los males heredados por décadas de hacer todo bajo el agua, de esconder la basura bajo la alfombra... una alfombra roída que se ha roto y deja ver cada vez más en la superficie la podredumbre que en otrora cubría.

La falta de educación y de valores nos esta llevando en picada, directito a que nos cargue la chingada. Así, con todas sus letras...

De plano, y como lo dijera Carlos Salinas de Gortari hace algunos años atrás, los demonios andan sueltos. Y regando su cagada sobre todos nosotros, agregaría yo.

Nos estamos acercando cada vez más a una sociedad de primer mundo:
  • ya tuvimos asesinos seriales en los albores de esta década (la tristemente célebre mata-viejitas, el mata-gays y el ahora olvidado caso del caníbal de la guerrero)
  • tuvimos o tenemos (actualmente ignoro qué progreso hubo al respecto) un cuerpo de vigilantes en pleno centro histórico
  • ahora padecemos de ataques terroristas en medio de celebraciones oficiales repletas de civiles
  • tenemos guerras entre mafias que dejan día con día muertos regados por todo el territorio nacional
  • nuestras mafias y criminales ya tienen categoría de tríadas o de yakuzas o de mafias italianas o rusas (sólo hay que mirar al "Hard Boiled" mexicano: El Pantera para darnos cuenta del triste reflejo que son los medios de nuestra absurda realidad)

Mucho de esto es originado por un escenario donde ya no basta con tener una educación formal y continua hasta terminar una carrera profesional, porque las oportunidades son prácticamente nulas. Lamentablemente, los profesionistas con maestría y posgrado en el extranjero que se dedican al transporte público o a atender algún negocio informal son los menos, y digo lamentablemente, porque la mayoría son un grupo selecto de comerciantes amafiados, que apenas saben mal sumar y trazar garabatos para llevar cuentas de sus mercancías, de sus ajustes y de los plantones con el partido demagogo en turno para seguir invadiendo la vía pública como un cárcinoma vial y urbano. De menos los profesionistas pueden agregarle fresés a sus oficios y tratar a sus clientes y a sus semejantes con un poco más de respeto.


Somos una sociedad apapachadora... muy consecuente con los menesterosos que nos extienden la mano o nos extorsionan en la calle diciéndonos que acaban de salir de la cárcel y que prefieren pedir para no delinquir y al final seguimos soltándoles lana para no incomodar a los muchachitos; muy consecuente con el peladito que a huevo se monta en el cofre de tu automóvil para embarrarte de mierda y media tu parabrisas en pos de dejártelo limpiesito; una sociedad muy dada a poner la otra mejilla si nos están poniendo una madriza, como lo han hecho en los últimos años. Somos una sociedad (mexicana) muy dada a participar de la misma tranza que nos hunde en conjunto, nos sentimos héroes cuando logramos burlar al sistema, cuando pagamos menos o de plano no pagamos por los servicios recibidos. Somos muy machos... sin embargo no estamos acostumbrados a defender nuestros derechos... nos dejamos pisotear por un aparato burocrático que nos ahoga en trámites y en papeles... y eso porque ahora se supone que hay menos coyotes. Somos los derrotados históricos que siempre han pintado los libros de texto, quizá por eso me cagaba la clase de historia, México siempre ha sido el pendejito de los demás países.


Confiamos en los demagogos que nos "regalan" chingaderas (pagadas con nuestros propios impuestos, ¡a huevo!) para mantenernos a gusto. Nos gusta el placer automático de extender la mano y recibir de la figura paterna las dádivas pendejas de las que estamos muy necesitados. Ilusos... nos gusta recibir basura que pagamos en dólares.


Quizá amable lector, usted piense que todo esto no tiene nada qué ver con los pasados atentados de Morelia... yo creo que tiene que ver y mucho. En resumen hemos perdido valores y civilidad, la cual considero que es una condición importante para habitar en sociedad, en comunidades, pueblos y demás. No estamos educados ni formal ni informalmente para convivir con nuestros congéneres. Una cosa es que, como su servidor, se practique la misantropía por elección propia, y otra muy distinta pisotear a los demás en pos de nuestro beneficio inmediato.


Mientras nos enorgullezcamos de haberle ganado el lugar en la fila al wey que se descuidó, mientras nos sea más cómodo hacernos como el tío Lolo al momento de hacer algo en beneficio de la comunidad, o sinplemente antepongamos nuestro mero beneficio al de toda nuestra comunidad, estaremos siendo semillero de más actos bárbaros en nuestra nación.


Con esto no quiero decir que todos tenemos la culpa y que por ello vamos a morir en las llamas del infierno creado por nuestros pecados ni mucho menos... ya cada quien sabrá qué parte de infierno le tocará cuando en verdad le toque ser víctima de la tranza de alguien más.


Por el momento, creo que es tiempo de hacer una autoevaluación de nuestros actos y tomar a consideración el alcance de los mismos en nuestro entorno. Ser honestos y resarcir nuestras fallas morales, civiles o del tenor que sean. Creo firmemente que la mejoría está en nosotros mismos, como decía alguna frasesilla cursi que leí en algún cartelito de tianguis: "Si quieres cambiar tu entorno, comienza por cambiar tú mismo".


Chale, cerré este post como si fuera una clase de catecismo, no era la idea, pero en fin.


Abur.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Pena de Muerte (1)

El siguiente texto es parte de una de esas cadenitas de mails que llegan de vez en cuando, es atribuído a la Comunicóloga Flor Berenguer y me pareció prudente compartir su contenido en este espacio. En posterior ocasión me pondré a comentar al respecto. De mientras ahí les dejo este trompito para que se lo echen a la uña:

Cuando estudiaba mi primera carrera profesional, la situación en casa era crítica en lo económico y familiar. Sin entrar en dolorosos detalles que afectarían a terceros, dire que me ví obligada a trabajar para poder estudiar.


Así las cosas, los empleos de medio tiempo para alguien que recién salió de la prepa no crecen en los árboles y con muchos esfuerzos conseguí el peor de ellos pero que al menos me permitía llegar a tiempo a clases.

Éste consistía en dar clases de literatura española a los presos de la penitenciaría para varones de Santa Martha Acatitla, la grande, denominada así porque allí se encuentran aquellos criminales que ya han agotado todas las instancias legales y compurgan allí su sentencia hasta el término.

Por las condiciones excepcionales de la secundaria técnica que opera al amparo de la ley de normas mínimas y remisión parcial de la pena, se me autorizó el empleo sin contar con el título de maestra normalista ya que agradecen al cielo que cualquiera se aparezca a cubrir las vacantes mal pagadas, peligrosas y encima lejanas.

Durante casi 5 años mi rutina diaria iniciaba de madrugada para llegar en 3 ó 4
camiones hasta el fin de Iztapalapa a checar tarjeta antes de las 7 a.m., dar mis clases, colaborar en las entrevistas para preliberación y realizar otras actividades de orden cultural. Salía de allí a medio día con una torta de frijoles y una concha tomadas del rancho carcelario para llegar a CU antes de mi primera clase a las 2 pm.

Esos años departiendo con lo más granado de la criminalidad me autorizan moralmente a reiterar que creo totalmente en la pena de muerte y que considero indispensable revivir el espítiru original del artículo 22 de nuestra constitución que la señala para secuestradores, salteadores de caminos, traidores a la patria y asesinos con alevosía.

Estoy harta de escuchar las explicaciones bizantinas de los defensores de los derechos humanos que sólo se abocan a tutelar los de los criminales sin pensar que son las víctimas las que deberían quedar salvaguardadas de entes que no merecen el calificativo de humanos y menos aún de animales ya que estos matan por hambre o protección, nunca por el placer de hacer daño o generar una ganancia adicional al sustento cotidiano.

En mis años de trato con criminales, violadores, secuestradores, asaltantes, pederastas, narcotraficantes, asesinos a sueldo, rateros y maleantes de toda calaña puedo asegurar que hay en algunas personas un gen maligno que impide toda rehabilitación y que la linea sutil del bien y el mal está totalmente borrada en sus mentes.

Para ellos no hay rehabilitación posible, sólo la destrucción de su malignidad pone a salvo al resto del mundo de esta mancha contaminante.

Con los pelos de la burra en la mano puedo afirmar sin temor a que nadie me contradiga que las cárceles no son centros de rehabilitación como cacarean las autoridades sino verdaderas universidades del crimen, sobre todo las prisiones mexicanas que tienen este sui generis sistema tipo Club Med donde el preso goza de mil canonjías siempre y cuando las pueda pagar y que son un verdadero insulto de corrupción para las víctimas a las que la justicia nunca les cumple.

El caso de Fernando Martí, este terrible secuestro que no sólo acabo con la vida de un jovencito de sólo 14 años, sino con toda su familia que quedó moralmente destrozada, vuelve a poner en el tapete de la discusión el tema y creo que ya hay que dejarnos de niñerías y aceptar que la realidad nos ha rebasado y que no vivimos en Disneylandia.

El diputado priista Emilio Gamboa desde la Cámara de Diputados lanza la propuesta y yo estoy dispuesta a sentir simpatía electoral por cualquiera que saque de circulación a esos seres abominables sin entraña que no se tocan el corazón para jugar con la vida y suerte de los demás, porque no nos hagamos idiotas ¿alguien espera que años en reclusión rehabiliten a estos monstruos?

La opción que dan los defensores de los derechos humanos es la cadena perpetua que no lo es tanto ya que la pena máxima en México es de 40 años no acumulables y con la ley de normas mínimas y remisión parcial de la pena hablaríamos que en no más de 18 años el sujeto estaría en la calle delinquiendo de nuevo, eso, claro está, si no se fuga antes, tras vivir entre rejas de nuestros impuestos gozando de visitas familiares, conyugales, comida casera, televisión, celda privada y todo lo que su dinero le pueda comprar gracias a la rampante corrupción carcelaria.

No seamos inocentes, el Mochaorejas o estos judiciales de la banda de la flor no tienen rehabilitación posible como tampoco la tienen quienes actúan por compulsión como los violadores y pederastas, por lo tanto antes que una manzana pudra a todo el barril es mejor desecharla.

Por ello le invito a que presione por que la pena de muerte regrese a nuestro país. Ya se que los estudiosos del derecho, mismos que posiblemente no hayan pisado una cárcel ni de broma vengan a decirme que eso no limita la delincuencia, argumento que tal vez sea cierto en teoría pero en la práctica se ha demostrado que la mano dura ayuda bastante a evitar las reincidencias.

En esos avatares de mi rocambolesca vida, pasé un tiempo en Afganistán y Pakistán, paises musulmanes que no se andan con cuentos a la hora de castigar el crimen.

Allí si robas, se te corta la mano criminal y la horca te espera en casos de asalto, asesinato o narcotráfico, con lo cual puedo afirmar que me sentìa más segura al viajar al lado de los guerrilleros Mujaidines afganos que dejando mi carro estacionado en una calle céntrica de la Ciudad de México.

Por ello celebro y lo hago con mayúscula que el gobernador Perry de Texas no haya echado la pata para atrás a la hora de castigar a José Medellín, ese tamaulipeco indocumentado que hace 15 años tomó parte en la violación tumultuaria, tortura y muerte de dos adolescentes en Houston y al cual tan 'valientemente' defendió a un costo millonario el gobierno mexicano aduciendo al hecho que cuando fue detenido él no solicitó auxilio consular ni se le informó del derecho al mismo.

Medellín, cínico en su confesión, esperó en el pabellón de la muerte por una clemencia que no tuvo para con sus víctimas tras alegatos legales que le prolongaron la vida 15 años. Finalmente la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos se puso de corbata a la Corte Internacional de la Haya e hizo lo que su ley dice en su país. Y de nuevo lo apoyo, ya basta de hacerle a la Medre Teresa de Calcuta con esta bola de desechos sociales.

Necesitamos mano dura, que delinquir no sea buen negocio, que la policía nos cuide en vez de hacernos sus víctimas y que en México el crimen no sea buen negocio.

Cuando pienso en cuantos Fernandos Martí hay por allí, víctimas de judiciales, policías, Afis y demás yerbas, reitero mi llamado a que dejemos de pastar mansamente como borregos y alcemos la voz con un ¡Ya basta! claro y fuerte que se escuche en el 2009 en las urnas, único lenguaje que entienden nuestros políticos Totalmente Palacio.

A estas alturas de mi vida, tan llena de altibajos, bueno , más bajos que altos, curtida por la crueldad de verdaderos pros, no siento que tenga ya nada que perder al intentar iniciar un movimiento ciudadano que responda realmente a lo que siempre hemos soñado y nunca hemos obtenido, como dice mi admirado Mario Benedetti :'Te quiero en mi paraiso, es decir que en mi país la gente viva feliz, aunque no tenga permiso.
¿Te gustaria entrarle?

Flor Berenguer

lunes, 8 de septiembre de 2008

En la vacuidad del ser o lo que es lo mismo hoy como que me salí del guión y no sé qué hacer...

Últimamente, me ha invadido una sequedad mental que me ha impedido poder escribir cosas aqui... quizá no sean las más interesantes ni las más inquietantes como su servilleta quisiera pero de menos me sirven para canalizar toda la carga que llevo dentro... sé que me debo varios posts... hace ya más de un mes que mi hijo cumplió los 6 meses, de hecho hoy cumple 7 y no se me ha hacho poder dedicarle otro post. Mañana cumplo 2 años de casado y no sé ni qué regalarle ni cómo celebrarlo con mi esposa... y la verdad es algo que si me emociona y mucho. Por otro lado... me siento como en offside en la oficina... y esa es una cuestión medio cabrona para alguien que vive de lo que su retorcidita mente produce para el beneplácito visual y sensorial de los demás (ok, me estoy adornando pero hago un gran intento por no parecer más patético de lo que ya mesiento al escribir estas líneas). Definitivamente, hoy no me hallo.

Me caga la sensación porque me siento como adolescente deprimido porque se fue el verano y su intención de hacer una y mil cosas se fue con él... como si de verdad hubiera habido mucha oportunidad de hacer algo. Quizá sea el clima... el inminente fin de semana largo que se aproxima en el cual no quiero salir de mi casa y en el cual inevitablemente me tendré que involucrar en el circo que significa para mí participar de una estulta noche mexicana de la cual no quiero ni escuchar. Simplemente no me late la idea. Me siento muy fuera de lugar... y siento que estar ahí mientras el resto de los humanos se divierte y yo tengo mi jeta de dos metros, no es sano ni justo para nadie. Quizá mi vena antisocial se está rebelando luego de tantos años que permaneció sometidona... no lo sé... por otro lado... no siento nada estimulante mi trabajo... la neta eso de que encuanto me cae el sueldo, se vaya en pagar deudas y ni siquiera sobre para una pinche ida al cine está bien cabrón... Me consuela mucho el hecho de que al llegar a casa me encuentre con mi esposa y mi bebo... los amo tanto y los disfruto tanto... los adoro... sin embargo me da mucho coraje conmigo mismo no encontrar las fuerzas ni los ánimos de sentirme tan desfasado como lo siento ahora si los tengo a ellos y complementan de maravilla mi vida... eso me da coraje conmigo mismo... honestamente me encabrona... vaya... ya alguna vez una amiga me había comentado que soy muy duro conmigo mismo... pero creo que eso no basta... porque sigo sin dar paso en firme... me cag... me caga... me caga...

Espero que mañana sea mejor día... además cumplo dos años de casado... eso es pocamadre... adoro a mi esposa y quiero que se sienta súper feliz... creo que parte de nuestra celebración comenzará con un cambio mío de ánimo (no tan gris ni tan sombrío) y ya veremos qué pasa... creo que eso es lo que me caga... el "ya Dios proveerá"... me caga que las cosas no salgan como las planeo... que tenga que depender de terceros para hacer mi chamba o mis cosas o participar en concursillos arreglados donde sólo se impone la voluntad de los pendejos que se regodean de poder y creen que comportarse como maestras de kinder amargadas les gana el respeto de los subalternos... no hay nada peor que un pendejo con poder... bueno... si... un pendejo con iniciativa... eso es lo peor....

Chale... pos ya le llego a mi planeta... espero que esto mejore conforme avanza la semana.

Abur.

martes, 2 de septiembre de 2008

Sigo con muchas cosas en la cabeza pero no sé cómo dejarlas salir...

En efecto, es cagante tener tantas ideas revoloteando pero ni puta idea de cómo sacarlas a dar paseo. Por un lado, tengo mucho qué decir... pero no sé cómo empezar... se supone que el hecho de tener estos blogs es para eso...

Lo que si es cierto es que en estos momentos me importa mucho la salud de mi esposa que lleva ya tres días con migraña y tiene que atender a nuestro bebé... tengo mucha chamba detenida porque dependo de terceros para terminarla y todo mundo supone que porque es martes no importa que pospongan las cosas...

Me estoy saturando fácilmente de todo... me siento cansado y no encuentro descanso cuando duermo... me siento estúpidamente atorado como estriñido mentalmente...

Chale... me caga quejarme y sentirme así.

Sea pues.

En las fauces de una fiera llamada vida...

La vida es una vieja gorda que juega damas chinas con la muerte, bebe cocteles exóticos y deja que la muerte le meta la mano debajo del vestido. No es lisonjera ni condescendiente, se burla de nosotros y nos rige bajo las leyes de un tal Murphy.

En fin, ésta pretende ser la crónica del deambular de un ente por los rollos de grasa de la gran vieja gorda. A veces con paseos por sus fauces amén de ser masticados como carne corriosa y deglutidos como un bocado suculento... Con tal de no terminar siendo parte de sus flatulencias musicales...

Sean bienvenidos a este bufete, donde todos compartimos lugar en la mesa, sin que necesariamente estemos sentados a disfrutar de él...

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